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lundi 29 septembre 2014

“La moda al igual que el sistema mundial. La mode est comme le système mundial, Fashion is like the world system, الأزياء هو مثل النظام العالمي.”



 
 “La moda al igual que el sistema mundial. La mode est comme le système mundial, Fashion is like the world system, الأزياء هو مثل النظام العالمي.”
 
La moda está igual que el movimiento social-mundial, nada sobria ni solemne y mucho menos formal, nada estable. Están de moda los 20´s, los 40´s, lo hippie exacerbado, los cuerpos plagados de tatuajes, lo punk con aretes y anillos hasta en los senos. La piel dorada, la negra, la piel manchada, la plateada, muy rasgada la ropa como rasgada está la pobreza en la mayoría poblacional de la Orbe.

También encontramos lo espacial sofisticado. Faldas más que chuecas, pantalones con la cintura en las nalgas, y más que nunca los sacos cortitos de talle y de manga como si lo hubieran comprado en tienda para niños. Los jeans más modernos son los que traen hoyos grandes y zurcidos por todas partes, tal cual como zurcida está la sobrevivencia del ciudadano mundial. Es toda una mezcolanza toda una conversión que se dispara, no sabemos realmente ya cual es la tendencia. Se perdió como una brújula en el mar.

Toda la moda está disparatada. La ropa hecha trizas, con trozos pegados en cuadros, otros de círculos en diferentes colores, con rayas verticales y horizontales, como si estuviese cocida de hilachos, harapos y desperdicios de costureras o sastres. Esta moda es la facha total la que más se asemeja a la situación mundial.

En las principales ciudades del mundo que dictan la moda, vemos chamarras abultadas con relampagueos militares, con cachos cocidos con piel víbora, ropa transparente y otra muy tapada, mini faldas más cortas que los hot pants, como si fueran ropa interior, poca faldas a la rodilla. Y ropa interior dibujada fuera de un pantalón o en faldas: la locura total como de manicomio el manejo de la economía mundial.

Los sweaters de cuello alto y con hoyos por todos lados, largos a la cadera y cortos al pecho. Zapatos con plataformas altísimas que recuerdan los sancos de los payasos. También puntiagudos, chatos, con tacones delgaditos, y chaparros. Mucho del guardarropa femenino viene dorado, plateado, con piedritas, estoperoles, lentejuelas en los trajes de baño y canutillo bordado en la ropa interior. Lápiz labiales morados, negros, con brillantina y muy opacos; ya de día usan los vestidos de noche y viceversa, tal como ahora se conducen los gobiernos y los caracteres de la ciudadanía mundial, todo está controvertido.

La moda en los hombres viene también muy diversa, pantalones a la cadera súper aguados, pantalones embarrados, otros tan largos que se les hace bolsa en los pies, otros acampanados como en los 70´s, camisetas súper cortitas, cuellos de camisa diferentes, unos de apóstoles, otros con botoncitos bien apretados, otros con solapa de los 60´s, corbatas con saco encima pero sin camisa. Y mucho los hay que andan vestidos sin dejar ver bien qué sexo son: la moda de lo andrógeno como la dicotomía interna de los sistemas gubernamentales.

En ambas modas, se revuelven los colores y sin combinación alguna se disparan entre sí, como la moda bisexual, lo three-sexual, y lo quíntuple-sexual. Todos contra todos, como ahora, los humanos, se matan, se aniquilan y se disparan entre si.
En peinados, tanto en la mujer como en el hombre, vemos estilos muy diferenciados de varios colores en una misma cabellera, de un rubio blanco hasta colores pasteles que viste un mismo rostro. Vemos cabellos parados, lacios, chinos; el cabello de un lado izquierdo rapado y del otro lado largo. Hay tendencia de portar el cabello todo despeinado como si uno se acabara de levantar y no tuviera peine; la moda de los cabellos cortos largos y muchos rapados, especialmente en el hombre.

En toda nuestra historia, es la moda que refleja cómo vive una sociedad y al igual que esta sociedad mundial, la tendencia está totalmente revuelta, confusión mental que también poseen los poderosos que dictan la moda universal.

Ya muy poco, se ve lo estilizado, el arte de alta costura, la fineza del material de una tela finísima al tacto de la mano, lo bonito de la alta confección, pero cuando uno llega a encontrar este tipo de ropa, es de una marca desconocida y cuesta 6 veces más que una pieza de firma clásica como Christian Dior, Balmain o St. Laurent. Un par de estas prendas, por ejemplo un buen traje sastre cuesta 5,500 Euros si no es que más.

La elegancia ya se perdió entre las multitudes, se ve poco y en contadas personas en el mundo. Antes, cuando solíamos viajar veíamos estilos diferentes de verdadera elegancia. El lujo original es discreto y la elegancia, además del saber hilar colores, siempre será una actitud sin basarse en aforismos de la moda.

Hace todavía una década contemplábamos prendas de buena confección que daban porte y distinción. Eso ya no existe, y al unísono se extravió la amabilidad, la cortesía y la caballerosidad fuera de casa. Al igual que los gobiernos les faltan el respeto a los ciudadanos del mundo.

Hoy en día, el acceso a las prendas más finas sólo pertenece a los más ricos del planeta, y aún así, ni ellos ya visten elegante. Lástima, es de buen gusto ser selecto, no sólo en el vestir, también en actitudes sociales, incluso son de elegancia las formas bonitas de expresar los pensamientos. Es la fineza que evita ser vulgar. También en lo informal existía lo refinado, lo Pret à Porter, la combinación de prendas informales con el buen gusto que, nunca se debe perder.
Uno de los peligros que tenemos en la mayoría de las texturas de bajísima calidad, es el material con que están hechas el 90% de las prendas en el mercado, se debe a que son materiales químicos, entre terlenka, hilos de plástico y fibras de origen desconocido. De tal manera que si uno se acerca al fuego -portando prendas del último grito de la moda, hechas con estas fibras- corre el peligro de incendiarse. Al igual que dentro del fuego se encuentran actualmente varios países del mundo y otros a punto de ser fulminados.

Esto se debe a que ya no tenemos recursos naturales. Cuando las telas eran de algodón 100%, la seda era verdaderamente tersa y pura, el lino 100% era un material que combinaba lo fino con la casualidad y la caída de estos materiales era linda, de hecho ahora el algodón que compramos en la farmacia parece que son hilos de plástico con terlenka, raspan la piel, como los poderosos raspan y arañan el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Depredados están los recursos naturales, pues en muchos terruños del mundo la tierra está en sequía por los grandes bosques que se han talado y quemado; por lo que ahora predomina lo ficticio, no sólo en sistema de campañas políticas, sino en la forma que se conducen los gobiernos del mundo. También en el consumo de comida dentro de la mayoría de los continentes ya predomina lo transgénico, y todo esto se incluye en la moda que dicta la manera en que deben vestir y comer las comunidades sociales de la esfera celeste.

Como todo está interrelacionado, esperemos que en un próximo futuro, la moda también rescate la buena forma del vestir, del vivir y del comer…Y que nos dicte que el mundo empieza a ponerse en orden.
Julie Furlong.
 

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