El Gran Computador Amigo Peligroso, La Grande-ordinateur Ami Dangerous, الصديق الخطرة العظمى الحاسوب

 Publicado en Carpeta Púrpura 6 de Febrero 2014

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El Gran Computador Amigo Peligroso

El gran computador, enterrado en un medio ambiente germicida a prueba de bomba, dirigido por un puñado de súpertecnócratas y hackers de alto grado, aparenta ser un cerebro omnipotente que, bien planificado con insidiosa anterioridad, ha dejado de ser distribuidor, ahora controla mundialmente a todo consumidor.

Los ordenadores son artefactos robotizados, a veces meten errores y muy peligrosos, están muy lejos de tener espíritu, pero ya dominan poderes masivos. Y aún con estas cualificaciones figuran entre lo más sorprendente y turbador del logro humano. Pues en el momento que un dislocado de una orden, puede paralizar fácilmente la comunicación cibernética de todo un Estado y sin duda, hasta de un país entero. Ahí tienen como EUA provocó por subsuelo de mar, la explosión nuclear de Japón, apretando solamente un botón.

Como he dicho antes, el frankestein tecnológico, ya conduce, propiamente a billones de olas humanas. No sólo se ha vuelto un trastorno más de orden social, sino en shocks y conmociones hacia grupos de sociedades que les serán contiguos.

La ciudadanía mundial, a este respecto se encuentra escéptica pero también preocupada por la situación actual y futural de sus vidas. Pues la cibernética querámoslo o no, colabora para el empobrecimiento del entendimiento y pérdida en la capacidad de abstracción. Entre tantos ejemplos la televisión nosciva, gravísimo peligro para la verdadera democracia pues en su mayoría los grupos políticos la ejercen en anarquía. Día a día los poderosos creen y emplean toda fortuna del erario, en cuidado de su imagen, lanzando soflamas mediáticas sin trabajar con lealtad en el ejercicio de sus funciones oficiales. Ya no son los recursos lo que limita las decisiones, es la decisión quien crea o elimina los recursos. Al empleo del actual sistema político desnaturalizado que conlleva control sobre la telecomunicación y cibernética, se le podría llamar “La Peste Negra de siglo XX y XX1”.

Todo lo que está sucediendo afectará virtualmente a todos los hombres de hoy y del futuro inmediato, pues enteramente, la historia del hombre se echa sobre quien la creó y, paradógicamente subraya la ruptura con su pasado. No olvidemos que la telepatía se ejercía en tiempo pretérito, todavía se puede rescatar como muchas otras habilidades humanas que se empleaban, mucho antes, siquiera de que existieran motores vehiculares.

Lo mayormente peligroso para el homus sapiens que ya está convertido en homo videns, es la palabra escrita en papel que, se empieza a extraviar en arras de lo visual. Atropeya incluso la capacidad útil en escuchar palabra hablada de viva voz que no sea en video. La internet padece de sentido del humor que tanto distingue el índice intelectual, no tiene matices en eufonía, y deja al oído humano sin paladear la gama del sonido de voz en vivo que tan bellas imagenes puede dar.

Lo visual que debiera ser sólo un aliado para comunicación en lejanía, se ha convertido dentro del humano en su todo. Y el espectador ha quedado a merced de los estímulos sensitivos, desertando a sus capacidades cognitivas.

La infancia de hoy en día no sólo ve varias horas la televisión. En Unión Europea es lugar común encontrar infantes usando IPads, antes de aprender a leer y escribir. Su impronta educacional se basa solamente en lo audiovisual, pasivo y demoledor de la imaginación humana que es infinitamente creadora. De ahí el empobrecimiento en concepciones limpiamente mentales que podrán sufrir nuestras futuras generaciones.

Ya no es advertencia, ahora es simplemente un recordatorio pues la supuesta impronta educacional virtual, se está convirtiendo en un audiovisual inerte minimizando más y más el índice mental creativo. Todavía hace un par de décadas los grupos intelectuales de las sociedades estaban más preparados e informados. Ahora la ignorancia y el analfabetismo poblacional, sólo sirve a los gobernantes corruptos.

La cibernética no es responsable por sí misma, la culpa es de quienes la explotan para acceder a las masas, dominada por un totalitarismo Sin nombre.

Estemos muy alertas ante este ejército armamento mediático-tecnológico, creado por los imperios para dominar las multitudes. A billones y billones de ciudadanos mundiales los tienen metidos en la cajita de su computadora o de su IPad. Mucho cuidado con nuestra infancia, usemos la cibernética sólo para telegrafiar gratuitamente, y/o enviar noticias de vital importancia para beneficiar nuestra sociedad, pues nuestra educación universal está ante un abismal peligro que se presenta como un dios Sin ser omnipotente.

Julie Furlong