¿Amor?: es Eros, Storgé, Filía y es Agápe. Fueron los griegos que bautizaron al sentimiento que nos somete, doblega, ilusiona, traiciona y sublimiza.
La raíz griega describe el polifacético fenómeno del amor en cuatro términos: Eros deriva de lo erótico y nos remite, muy placenteramente al sentimiento fundado en la atracción sexual. Es la sensualidad lo que nos emite, nos yergue del Universo que habitamos.
Amor también es Storgé, afecto que se siente especialmente hacia la familia. Filía es el amor fraternal recíproco. Y el amor Agápe, el incondicional, el que contiene paciencia, afabilidad, humildad, respeto, generosidad, indulgencia, honradez y compromiso.
Como son los hechos que escriben la historia y no las palabras, cuando uno realmente ama es con sus actos y compromisos.
Hay otro tipo de amor que es “el más Puro Amor”; el del enamoramiento, el que nos brota del alma o del corazón hacia otro ser, sin una razón específica. Ese amor que vivimos cuando nuestra vida ya no tiene sentido en sí misma sino sólo a través del otro.
Dos somos uno, dos y unión son tres: Trinidad. Cuando en ese estado nos colocamos todo se vuelve hermoso y bello: la gente, las calles, los climas, los sonidos, los cielos, la comida y los amigos; cualquier acto insignificante que hagamos se vuelve magnífico. Todo se torna en Trinidad: Hombre, mujer e hijo u, hombre, mujer= unión. Este amor es cuando vivimos continuamente suspirando. Para el resto de la gente podemos parecer estar suspendidos, pero en realidad es al revés, sólo quien vive el más puro amor puede entender que vive en felicidad.
Como enemigos del Amor está: la discriminación, el rechazo, aislamiento, arrogancia, ignorancia, ego, apego, violencia, indiferencia, abuso, dejar en misterio al otro, y violación, ocultamientos, infidelidad y odio. Basta sólo con tener una ocultación ante el ser amado para que el amor entre los dos, decline sin remedio.
“El amor de un ser humano por otro, es posiblemente la prueba más difícil para cada uno de nosotros, es el más alto testimonio de nosotros mismos; es la obra suprema en la que todas las demás no son más que preparativos”: Rainier María Rilke. Pluma universal de todos los tiempos que empezó a escribir siendo secretario privado de Augusto Rodin, el más grande hacedor de arte que, a la fecha, ha tenido la humanidad.
“Algún día cuando hayamos controlado los vientos, las olas, las mareas y la gravedad, tendremos que dominar, para Dios, las energías del amor. Entonces por segunda vez, el hombre habrá descubierto el fuego”: Pierre Teilhard de Chaldin.
El amor es paciente, afable, no es jactancioso ni engreído, no es grosero, no busca solamente lo suyo, no lleva cuentas del mal, no se regocija con la injusticia, sino con la verdad. El Amor no falla nunca.
Capítulo 13 de la Primera Carta a los Corintos
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